martes, mayo 07, 2013

Que se pare la realidad y que venga la ficción.


Cómo me gustaría que Aaron Sorkin hubiera escrito el guion de esta crisis. De haberlo hecho, en respuesta a ese pobre desdichado que se acaba de ahorcar en Barcelona cuando lo iban a desahuciar, habría escrito un capítulo emocionante en el que las cadenas de televisión veían interrumpida su programación habitual para dejar paso a una intervención de urgencia de Rajoy, en la que pedía perdón por la estúpida inacción y falta de compasión de su Gobierno, y anunciaría el fin inmediato de esas políticas, y el inicio de un cambio radical de su relación con el (sub) mundo financiero y con las políticas austericidas de Merkel. Se ha terminado: desde hoy no habrá ni un solo ciudadano desalojado de sus casas. Me llamo Mariano Rajoy, y soy el Presidente, habría concluido su comparecencia. 
Desgraciadamente, ni a Rajoy ni a Sorkin se les ha visto ni, me temo, se les espera.

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