martes, mayo 31, 2011

Levítico



Una de mis series preferidas y uno de los muchos momentos memorables que contiene. De tanto en tanto la vuelvo a ver entera (tiene siete temporadas, o sea que lleva su tiempo), o echo un vistazo a episodios sueltos. El Ala Oeste de la Casa Blanca es una creación de Aaron Sorkin, uno de los mejores guionistas vivos. Studio 60, otra de sus creaciones, es tan extraordinaria como El Ala Oeste si no más. Sólo duró una temporada (¡pero qué temporada!), fue suspendida por falta de audiencia, lo cual es la prueba definitiva de que la audiencia, ese ente abstracto en cuyas manos ha puesto su futuro la televisión, tiene tanto criterio para ver series como Belén Esteban para elegir cirujano plástico, pues Studio 60 es una de las creaciones definitivas y de más calidad de la historia de la televisión.
Este fragmento sólo dura tres minutos. Recoge el momento en el presidente asiste a una recepción en la Casa Blanca con algunos locutores de radio, entre los cuales se encuentra una mujer que azota a las multitudes devotas contra homosexuales y demás grupos.
Sé de sobra que la figura de ese presidente con un alto sentido ético es por completo utópica, pero qué bueno es darse una dosis de utopía de vez en cuando. Lástima que los políticos no estén a la altura de las circunstancias, o, para el caso, a la altura de la ficción.

sábado, mayo 28, 2011

Entrevista imaginaria al Rey de España

-Buenas tardes, Majestad.
-Buenas tardes tenga, hijo.
-Antes de empezar con la entrevista me gustaría saber si tiene inconveniente en que le llame Juanqui. Lo digo para transmitir a los lectores una cierta sensación de familiaridad.
-Me parece bien. Ya sabe usted que el campechanismo es mi religión.
-Ya que lo menciona, Juanqui, ¿que le parece que se le atribuya esa campechanería?
-No me parece mal, sobre todo porque es cierta. Soy un rey, y disculpe la expresión, la hostia de campechano. De hecho, si Felipe I pasó a la historia como El hermoso, por qué no podría pasar como Juan Carlos I, El campechano. ¿Mola o qué?
-Pero, ¿no cree que eso va en detrimento de la monarquía?
-No entiendo por qué. Quizá antes sí, pero en estos tiempos que corren los súbditos necesitan sentir la cercanía de su rey.
-¿Es cierta esa leyenda de que a veces coge su moto y se dedica a circular por las calles de Madrid aprovechando el anonimato que le proporciona el casco?
-Es cierta a medias. No me dedico a circular sin más. Salgo para comprar uno callos.
-¿Unos callos?
-Sí, me encantan los callos. Y a la reina más. Le chiflan, como se suele decir.
-Ya, ¿pero no sería más cómodo pedirlos por teléfono? Dada su posición, digo.
-Sale más caro. Un euro más.
-Sí pero...
-Y además, las dos veces que he intentado pedirlos por telefono no he obtenido una respuesta satisfactoria del empleado.
-Explíquese, por favor.
-Cuando me pregunta a nombre de quien va el pedido y le digo Juan Carlos I de España, se ríe y me cuelga.
-No me lo puedo creer. ¿Y usted no insiste?
-Ya lo creo. Vuelvo a llamar, le digo que es verdad, que soy un Borbón, de los Borbones de toda la vida.
-¿Y el que le responde?
-¿Cuando le digo que soy un Borbón?
-Sí
-Me pica un cojón. Eso me dice. ¿Se lo puede creer? Vaya vocabulario que gasta la gente...
- ¿Y por qué no utiliza otro nombre? Por ejemplo Juanqui.
-Ah, pues ahora que lo dice...no lo había pensado... Pero no, no funcionará, porque cuando le doy la dirección de la Zarzuela, también me cuelga. No me creen
-Vaya, qué problema. ¿Y no conoce a nadie, un vecino cercano, para darle su dirección, y que luego él se lo lleve a casa?
-Sí, tengo un par de vecinos, pero no nos hablamos.
-¿Y eso?
-Ya sabe lo que suele pasar en las comunidades de vecinos.
-Explique, explique.
-Pues resulta que me tocó ser presidente de escalera, y ahí surgieron los primeros problemas, porque yo le dije que no podía ser presidente siendo rey, que era como un paso atrás, que no podía ser que todo el mundo busque promocionar profesionalmente en este país, y yo, que soy el rey de España, vaya para atrás.
-¿Y qué le dijeron?
-Bueno, aunque a regañadientes, lo comprendieron, y en lugar de presidente de escalera, cuando me toca a mí aceptan que sea rey de escalera.
-Bien, al menos se solucionó, ¿no?
-Solo temporalmente, porque como estoy todo el día fuera, viajando de aquí para allá, ahora de visita a China, ahora en Marruecos, se enfadaron porque no cumplía con mis obligaciones de rey de escalera. Total, sólo porque se me pasó cobrar unos recibos y arreglar unas humedades, y desde entonces nos cruzamos en el portal o en la calle, y, oyes, que me giran la cara, tú.
-No me lo puedo creer.
-Como se lo digo, que giran la cara los muy bordes. A mí, que si no llego a estar al quite este país está gobernado por un picoleto con mostacho.
-Es que la memoria es muy corta.
-Pues no se lo va a creer, pero esas pequeñas tonterías no me dejan dormir. Como se suele decir, me como la joya por cualquier cosa.
-Olla. Se dice me como la olla.
-Eso, olla. Es que el pueblo utiliza cada jerga... Me como la olla porque, como buen campechano, me gusta llevarme bien con todo el mundo.
-¿Y que piensa hacer?
-Bueno, la semana que viene, a petición mía, realizaremos un acto conciliatorio, a ver si se soluciona la cosa.
-¿Y si no?
-Uy, no quiero ni pensarlo, porque se meterá por medio la reina y se acabará de complicar. Menuda es.
-Comprendo. La reina no tolera esos comportamientos hacia el Jefe de Estado.
-No, qué va. Es que la esposa de uno de ellos le hizo un feo, y desde entonces la reina le tiene ganas.
-¿Qué feo le hizo?
-Hicieron una reunión de tupperware y no la invitaron.
-¿Qué me dice?
-Como lo oye. Y eso le tocó mucho los ovarios, porque la reina congela en tapper todos los callos que sobran, porque como soy un poco ansia siempre compro de más, y cuando vienen Felipe y Leticia o las nenas, se llevan uno o dos, y luego no los devuelven y nos quedamos sin tapper.
-Y dígame, ¿de no haber sido rey que le hubiera gustado ser?
-Pues no sé... no había pensado en ello... quizá trabajar de minero en Sudáfrica...o en un arrozal de Vietnam...
-¿En serio?
-Ni digas tonterías, hijo. En serio dice...

Conversaciones con mi hija Martina, XVIII

Martina siente curiosidad por asuntos de todo orden. Desde cómo se forma su caca en el estómago y cuál es el proceso de expulsión, hasta por qué el pipi es unas veces más amarillo que otras. En relación a esto último le he explicado que cuanto más agua se bebe, más blanco es, de manera que ahora, cada vez que hace pipi me llama a voces desde el lavabo y señala el pipi para que ambos reflexionemos sobre lo incoloro o no de su orina.

Hoy estamos en casa de su abuela. En un momento dado abré la puerta que da al patio y se va a jugar. Sin embargo, al poco entra de nuevo, enfadada, y le dice a su abuela:
-¡Yaya, el Otto se ha hecho pipi en el patio, y es amarillo!
-¿Qué me dices? Se va a enterar.
Sale su abuela y Martina la sigue de cerca. Se plantan frente a Otto, el perro, y mi suegra se pone a reñirle no sin algo de teatro.
-Pues no Otto, eso no se hace. Te he dicho mil veces que el pipi no se hace en casa. Esto no puede ser...
Cuando acaba, la abuela gira en redondo y entra en el comedor. Antes de seguir sus pasos, Martina se acerca a Otto y señalándolo con el dedo índice, le dice:
-¡Y ahora llora si quieres!

miércoles, mayo 25, 2011

Entrevista imaginaria a Lars von Trier

-Buenas tardes.
-Buenas tardes.
-Las declaraciones en las que afirmaba que Hitler le caía simpático han causado escándalo, ¿me podría argumentar cuál es el motivo por el que despierta simpatías un tipo que, directa o indirectamente, es responsable del exterminio de tanta gente?
-En realidad fue una idiotez. Una boutade, ya sabe.
-No, no sé. Por eso le pregunto.
-Es que los genios tenemos tendencia desvariar.
-Ah, se considera usted un genio.
-Bueno, es evidente que no soy una persona corriente.
-Es evidente.
-Le remito a mi obra, sin ir más lejos.
-La verdad es que no he visto ninguna de sus películas.
-Qué me dice, ¿y eso? ¿a qué se debe el placer, entonces?
-¿Se refiere a la entrevista?
-Sí.
-¿Se refiere a por qué lo entrevisto si no he visto ninguna de sus películas?
-A eso mismo.
-Estoy escribiendo un libro sobre tontos.
-¿Sobre tontos?
-En efecto. Sobre tontos. Ya sabe, aquellas personas que tienen tendencia a decir y a hacer tonterías.
-Interesante.
-No lo sabe usted bien.
- ¿Y exactamente de qué va el libro?
-Pues en realidad es un glosa exhaustiva y metódica de los diferentes tontos que nos podemos encontrar en la vida.
-¿Qué me cuenta? ¿Hay diferentes tipos de tontos?
-Tantos como días tiene el año.
-Fantástico. ¿Y la conclusión del libro cuál es?
-Se pueden extraer varias conclusiones. La primera de ella es que el tonto no entiende de condición social ni intelectual.
-Es decir, que puede haber...
-...puede haber tontos en todos lados, efectivamente. En realidad nadie está a salvo de tener un tonto cerca.
-Curioso.
-Mucho. Pero el caso más apasionente es el del tonto que no sabe que lo es.
-Proceda con los detalles, por Dios.
-Procedo: se trata de personas tremendametne tontas, tremendamente idiotas que, en principio, parecen desconocer su condición de tontos y de idiotas, pero que si examinas con atención su trayectoria vital, detectas una enorme actividad intelectual y artística que inconscientemente tiene por objeto negar su condición de tontos.
-Es decir, que en el fondo saben que son tontos.
-Exacto. En el fondo, muy en el fondo, saben que son tontos, y la obra artística que producen para negarlo es tanto más heterodoxa cuanto más tonto son.
-Fascinante.
-Así es.
-Y dígame, ¿ese tipo de tontos llega alguna vez a darse cuenta de que son tontos?
-No suele ocurrir. El que nace tonto muere tonto. Y el que nace tonto sin saberlo, muere sin saberlo.
-Qué curioso.
-Ya le digo.

miércoles, mayo 11, 2011

Conversaciones con mi hija de tres años Martina, XVII

Martina anda estos días tratando de resolver su futuro profesional. Entre el abanico de profesiones posibles había expresado sus preferencias por la de princesa y la de maestra. He tratado de quitarle de la cabeza la opción princesa. Los argumentos de los que he echado mano son de índole intelectual. Le he dicho que una princesa es una figura meramente ornamental y subsidiaria condenada de por vida a vivir eclipsada por la figura de un príncipe mediocre. He decidido no compartir con ella uno de los temores recurrentes que aqueja a todo padre cuando se pronuncia la palabra princesa e hija en la misma frase: una concursante de reality show con ínfulas aristocráticas cuya capacidad intelectual es inversamente proporcional al tamaño de sus pechos.
Sin embargo, esta mañana me he enterado de que había contemplado una tercera posibilidad: la de astronauta. No me ha parecido mal. Todo lo contrario. Y cuando he tratado de exponer argumentos en favor de ella, Martina me ha interrumpido sosteniendo que no pensaba, ni de lejos, ser astronauta.
-¿Y por qué no quieres ser astronauta? -le he preguntado.
-Papa, ¿tú sabias que cuando los astronautas van al planeta se pasan el día dando vueltas en él?
-Si.
-Pues yo no quiero ser astronauta porque me acabaré mareando.

martes, mayo 10, 2011

Conversaciones con mi hija de tres años Martina, XVI

Entramos en el parque de la Ciudadella. De repente, el gorjeo de pájaros resuena con cierto estruendo por encima de nuestras cabezas, como si las copas de los árboles altísimos estuvieran al alcance de nuestra mano. Martina dice:
-¿Oyes eso papa? Creo que alguien está en apuros.

sábado, mayo 07, 2011

Conversaciones con mi hija de tres años Martina, XV

Pilar se va a duchar y Martina la sigue al baño y no para de hablar con su madre mientras contempla cómo se desnuda. En un momento dado Martina le dice:
-Mama, tienes unas marcas en la espalda.
-Son del sujetador.
-¿Y por qué te lo pones?
-Porque si no se me caen las tetas, hija.
-No mama, las tetas no se caen porque tienes huesos.
-No hija, créeme: se caen, vaya si se caen.
-Pues las mías no se caen.

lunes, mayo 02, 2011

La muerte de Bin Laden próximamente en las mejores salas

Es prematuro avanzar detalles, habida cuenta que la operación se ha llevado a cabo hace pocas horas y cuanto circula por Internet es hasta el momento pura rumorología y especulación, y toda vez que la Casa Blanca no ha confirmado ni desmentido pormenores sobre el particular, pero fuentes anónimas de crédito contrastado próximas a la administración Obama sostienen que la operación militar que ha puesto fin a la vida de Bin Laden contaba con la presencia de un director de cine y un guionista, ambos célebres y de prestigio (cuya identidad, sin embargo, conviene por lo pronto no desvelar). Según parece el objeto era escribir y pulir detalles del guión de una superproducción que este mismo verano se estrenará en todas las salas del mundo. Según ha trascendido merced a las citadas fuentes, el director mencionado, conocido por su temperamento perfeccionista y su carácter ciertamente irascible, ha interrumpido en numerosas ocasiones la operación que llevaban a cabo los NAVY SEALS (el legendario y temido cuerpo de operaciones especiales de EEUU) con el fin de dar instrucciones en relación a la necesidad de que cuanto realizaban los protagonistas, tanto los integrantes del comando como la escolta encargada de proteger al fundador de Al Qaeda, tuviera la veracidad cinematográfica de rigor. Según ha trascendido, el mencionado director ha montado en cólera cuando alguno de los terroristas, al ser alcanzado y abatido, no se ha dejado caer de acuerdo con los criterios propios de toda película de acción, esto es, realizando grandes aspavientos y espasmos y sangrando con profusión, sino que ha muerto sin más parafernalia que una leve y muy anodina expiración. Se sabe que el propio Bin Laden ha recibido en el cráneo el impacto de bala que ha acabado con su vida con una simple torsión del cuello y musitando un imperceptible ay, motivo por el cual el director ha hecho repetir la toma veintisiete veces. Ha trascendido que Osama Bin Laden se ha negado a proseguir en la toma veinticinco, alegando que los veinticinco disparos recibidos en la zona parietal le estaban provocando cierta jaqueca. A continuación se ha encerrado en un camerino improvisado y se ha negado a participar en la refriega si no le aseguraban dos cosas: que el video de su muerte tendría igual o más difusión que el ahorcamiento de Saddam Husseim y que sería filmado en HD en lugar con un móvil "cutre y mierdoso" como el que emplearon para grabar a Saddam. El director le ha prometido que así sería, y el tiroteo se ha remprendido hasta que la muerte se ha ajustado a lo que se espera de un momento de tan enorme trascendencia para EEUU en particular, y para el mundo en general.
Todo apunta a que este fin de semana ya se podrá ver en todos los cines el trailer de la película, y en modo alguno sería disparatado considerar que Bin Laden se postula ya como uno de los favoritos para llevarse una de las preciadas estatuillas doradas, sin que obviamente su condición de muerto sea un obstáculo para hacerse con ella, como ya demostró el caso del desdichado Heat Ledger. No se descarta, asimismo, que el video de la operación con las tomas falsas circule esta misma tarde en Youtube.



PD
La trascendencia de la noticia ha eclipsado cualquier otra, incluido el suceso inexplicable y parasubnormal, que se ha vuelto a repetir en la calle Transversal, en Mataró. Un automóvil estacionado se ha dado a la fuga sin mediar explicación y, lo que es más extraño, sin conductor. Los propietarios son los mismos que ya extraviaron de forma similar su Audi, tal y como dejó constancia este blog. Esta vez ha sido el Seat León. La diferencia con respecto a la primera vez es que, en esta ocasión, la pareja de propietarios, (cuya identidad omitiremos para que no sean objeto de burlas futuras y para que ningún familiar se avergüenze de ambos, más si cabe) aseguran que dejaron el freno de mano puesto. En vista de que esta circunstancia no puede ser contrastada por medios corrientes, se ha solicitado la intervención de Iker Jimenez para ayudar desentrañar semejante misterio. Mientras tanto, el matrimonio, muy afectado, solicita la colaboración ciudadana para dar con el paradero de los dos coches, ya que mientras carezcan de ellos no les queda más remedio que trasladarse a los respectivos trabajos, ambos fuera de Mataró, uno echando mano del patinete de color rosa que luce ilustraciones de Minnie, la parienta de Mickey Mouse, y el otro a lomos de una motocicleta de plástico de un rosa más pálido, similares a los que muestran las imágenes. Ambos vehículos son propiedad de la sobrina del matrimonio, la cual se los ha prestado con la condición de que cuando tengan que aparcarlos llamen a cualquiera de la famila para hacerlo, ha declarado la niña, cualquiera menos ellos, por favor.