jueves, mayo 02, 2013

¿Dónde está mi marido?


—¿Sí?
—¿Está mi marido?
—Sí, pero ahora no puede ponerse. Te estamos poniendo los cuernos.
—¿Cómo? ¿Ahora? Pero si habíamos quedado para ir al Alcampo. 
—Hija, lo siento.
—¿Os queda mucho?
—Ya hemos acabado, pero ahora está echando un pitillo.
—¿Está fumando? ¡La madre que lo parió! Pero si me había dicho que lo había dejado.
—Uy, me parece que he hablado de más.
—No es culpa tuya, mujer. Es él, que no tiene ni palabra ni voluntad. Dile que lo estoy buscando, que me voy al Alcampo, y que le espero allí. Que no tarde. Y dile que como no tire el paquete de tabaco, en casa no entra.

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