miércoles, junio 25, 2014

Conversaciones con Martina (108)

Después de tres horas de playa, ha llegado el momento de volver a casa. Ya hemos recogido las toallas y nos hemos vestido. Casi todos. Martina sigue en el agua, junto a su amiga Mariona. Las llamo a ambas pero no me hacen caso. Insisto. Como si oyeran llover. Me enfado de verdad, me acerco a la orilla, avanzo hasta que el agua me alcanza las rodillas, y desde allí grito muy enfadado:
—¡Martina, sal del agua de una vez!
Martina me mira, se desentiende un momento de su amiga y me dice:
—Estoy ayudando a Mariona a superar sus miedos.