sábado, febrero 04, 2012

Everybody's fine



Reivindico cada vez más acudir al cine sin prejuicios, ignorando cuanto nos sea posible ignorar de la obra que vamos a ver. Ayer nos decidimos por Everybody's Fine, y lo hicimos casi al azar, para compensar la sensación de cierto desasosiego que nos dejó el primer (y excelente) capítulo de Boss: La política como principio de podredumbre del ser humano y, por extensión, de la sociedad.
Pensábamos que Everybody's Fine era una comedia de esas denominadas insustanciales, sin más objeto que provocar una sonrisa y dejar en suspenso los engranajes de la inteligencia, y nos encontramos con un drama intimista (adjetivo recurrente donde los haya al que yo también acudo sin pudor), contenido, una película con la clásica atmósfera de peli indi si no fuera porque el elenco está lejos de serlo. Robert de Niro está casi hierático, y aunque creo que es prácticamente imposible que pueda redimirse de los trabajos infumables que ha hecho en la última década, creo que borda el papel de un viudo jubilado, gris y taciturno, y hasta cierto punto de una fragilidad emocional conmovedora. Creo que pocos actores han hecho más por dinamitar a conciencia y con irritante obstinación su prestigio que De Niro, pero Everybody's Fine no cabe incluirla entre los capazos de estiércol que el mismo se está arrojando encima desde hace años.

No hay comentarios: