lunes, marzo 03, 2014

Conversaciones con Martina (107)

Martina:
—Papa, ¿sabes qué? La Laura ha dicho una palabrota y me han castigado a mí.
—¿Y eso?
—No sé. Ella ha dicho la palabrota primero, y me castigan a mí. Qué morrazo, ¿no?
—¿Primero? ¿Qué quiere decir primero? ¿Ha habido una segunda?
—Pero la Laura la ha dicho primero.
—¿Quieres decir que tú la has dicho también, la palabrota?
—Pero la Laura ha sido primero.
—¿Qué palabrota has dicho?
—No te lo voy a decir. 
—Dímela.
—No.
—Y ¿por qué te han castigado a ti?
—Porque a ella no la han oído.
—¿Que no la han oído? Entonces es como si no la hubiera dicho. Y eso es como si tú fueras la única que ha dicho la palabrota.
—Pero ella la ha dicho primero. 
—Pero es a ti a quien han oído. ¿Qué palabrota era esa?
—No te lo digo.
—No me puedo creer que haya dicho una palabrota. Dímela.
—No —y baja la mirada, avergonzada.
—Venga, dímela al oído.
—No.
—Vengaaa.
Me agacho y pongo la oreja a la altura de sus labios. 
—Gilipollas —musita.

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