viernes, octubre 25, 2013

Conversaciones con Martina (96)

Parece que por fin hemos conseguido que Martina se duerma. Son las 22.30 de la noche, aproximadamente. Pilar y yo nos sentamos en el sofá, soltando un resoplido de alivio. Hemos jugado con ella mientras cenaba, la hemos duchado, le hemos leído el cuento de cada noche, y, aunque quiere más, le decimos que por esta noche ha sido suficiente. Parece que duerme por fin, y ese es el momento más placido del día, nuestro momento. Pilar y yo solos, descansando en el sofá, hablando. Le explico que he perdido mi chaqueta negra, la que utilizo para ir en moto, que no sé dónde anda, que la he buscado por todos lados. Pilar me dice que cómo es posible, con lo chula que es, con lo bien que me va, y yo asiento, que sí, que es verdad, que me va muy bien, por eso necesito encontrarla y por más que pienso no sé dónde puedo haberla dejado, y es entonces cuando, de fondo, escuchamos la voz de Martina, gritando desde la habitación:
—¿DÓNDE LA VISTE POR ÚLTIMA VEZ?

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