miércoles, junio 19, 2013

Conversaciones con Martina (77)


Frente al cole de Martina hay un bar en cuya puerta el dueño exhibe una gran jaula con un loro, gris e impasible. Todos los niños se paran a decirle algo al bicho. Martina viene de regreso hasta donde yo estoy y me pregunta:
—¿Los loros no repiten lo que les dices?
—Eso creo.
—Pues le he dicho hola y no lo ha repetido.
—Estará en huelga.
—¿Los de Huelva no repiten?

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