viernes, octubre 03, 2008

La Palin



A mí me resulta ciertamente obscena la reiterada insistencia con la que Sarah Palin exhibe sin pudor a su bebé, aquejado, como saben, de síndrome de Down. No hay acontecimiento público al que la candidata no se preste a aparecer en el escenario de rigor sosteniendo contra su pecho a su pequeño hijo de cuatro meses, que entretanto parece mirar en derredor con ojos desorbitados, ajeno a cuanto sucede en torno a él. De más está señalar que semejante decisión persigue obtener réditos políticos. En modo alguno cabe suponer que toda una candidata a la vicepresidencia de los EEUU se haya visto en la tesitura de cargar con su bebé ante el imponderable de no hallar voluntario que ejerciera de canguro mientras ella declamaba en los cientos de discursos que da a fin de persuadir al ciudadano de que ella y sólo ella será la mejor vicepresidenta que imaginarse quepa.
Palin es una ultra conservadora que respalda con vehemencia los valores familiares, entre los que me aventuro a imaginar se encontrará una inequivoca defensa en favor de la lactancia materna. Podría, pues, mientras se pasea de un lado a otro del escenario, atender a las necesidades alimenticias de su hijo y no dudar en sacarse el pecho para amamantarlo frente a los millones de telespectadores, y demostrar así que efectivamente es una madre muy familiar y responsable que permanece atenta a las necesidades de su bebé.

No hay comentarios: