-Martina, no hay derecho. Ayer fue el día del padre y no me has regalado nada. Cuando yo era pequeño hacía ceniceros de arcilla y lo pintábamos y se lo regalaba a mi papá. O hacía unas figuras con las pinzas de la ropa. Las desmontábamos una a una y las pegábamos y también se lo regalaba. Y tú nada de nada.
Me mira, y dice:
-Yo te he regalado un beso, papa.
3 comentarios:
Ese es sin duda el mejor regalo. Yo tambien te mando uno,jejeje
Jose
¿Como puedes comparar un cenicero con un beso de Martina? Nada es comparable a un beso de Martina!!
Manoli
Tu siempre tan materialista, si no fumas!!
Mi sobrina es única.
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