domingo, marzo 20, 2011

Conversaciones con mi hija de tres años, Martina. IX

Estamos en el coche, de regreso de dar un paseo por la playa. Martina está sentada en su sillita. Antes de poner en marcha el Ibiza me giro y le digo a Martina:
-Martina, no hay derecho. Ayer fue el día del padre y no me has regalado nada. Cuando yo era pequeño hacía ceniceros de arcilla y lo pintábamos y se lo regalaba a mi papá. O hacía unas figuras con las pinzas de la ropa. Las desmontábamos una a una y las pegábamos y también se lo regalaba. Y tú nada de nada.
Me mira, y dice:
-Yo te he regalado un beso, papa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese es sin duda el mejor regalo. Yo tambien te mando uno,jejeje
Jose

Anónimo dijo...

¿Como puedes comparar un cenicero con un beso de Martina? Nada es comparable a un beso de Martina!!
Manoli

Yolanda dijo...

Tu siempre tan materialista, si no fumas!!
Mi sobrina es única.