viernes, febrero 01, 2008

Náuseas


Cada vez que uno de esos siniestros tipos de oscura sotana y aún más oscura moralidad aparece en televisión, me reafirmo en mi ateísmo. Cada vez que asoman su rostro abyecto, surcado de arriba a abajo por el rastro indeleble de tanta infamia consentida, de tanto calvario infligido, se me revuelve el estómago, y no entiendo (no puedo entender) cómo no se le revuelve a cualquiera que todavía les tenga en consideración. ¿Cabe respetar la opinión o el criterio o las soflamas envenenadas y rancias de una institución que acoge en su seno a tipos violan a adolescentes, que manifiestan públicamente su postura en contra del diálogo para acabar con el terrorismo, que aprovechándose de una ignorancia endémica amonestan, reprenden, recriminan y criminalizan a aquellos pobres y atemorizados cristianos que se sienten tentados a usar un preservativo para no acabar sus días enflaquecidos y moribundos en un mugriento jergón devorados por el SIDA? ¿Alguien con dos dedos de frente tiene alguna duda de que si dependiera de la Iglesia retrodeceríamos a la Edad Media en cuanto a libertades se refiere? ¿Alguien con un mínimo de sentido común ignora que lo que la Iglesia desearía y pretende es inmiscuirse en todos los rincones de nuestra casa, en decirnos cómo y cuándo debemos vestir, comer, follar y pensar? ¿Acaso las mujeres reprimidas que no demasiados años atrás, en las triste España franquista que con tanto entusiasmo la Iglesia contribuyó a perpetuar, se les instaba a que cubrieran su cuerpo de arriba a bajo no guardan relación con las sombras espectrales que hoy día deambulan ataviadas del burka? ¿Cuánto distancia separa una imagen de otra? ¿Qué diferencia existe entre un fanatismo y otro? ¿Qué la Iglesia respalde explícitamente al PP no es señal de que poseen la certeza de que ese partido, si gobierna, llevará a cabo alguna de las directrices o designios que defiende el clero? De ser así, yo tengo muy claro a quien no votar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta mañana mientras desayunaba veía estupefacta como un señor de negro (si se puede llamar "señor"), con las letras de Conferencia Episcopal y con la figura de Jesucristo crucificado a sus espaldas profería contínuas GILIPOLLECES!!! y para más INRI aparecían las imágenes de los manifestantes del foro de la família (cristiana-apostólica-romana y de derechas). Total que en muchas ocasiones me avergüenza vivir en este país, y por cierto los CABRONES me han quitado mi apetito matutino.

Sandra

Arcadio dijo...

Pues ya sabes lo que hay que hacer. La única manera es salir en manada a votar contra esta extrema derecha que quiere hacernos regresar a los tiempos del caciquismo en el que el pueblo estaba sometido a sus designios.

Anónimo dijo...

Joder...(uy!)palabra profanadora....alguien dijo que lo podía decir más alto pero no más claro no?
...que bueno eres.

Sergi

Un besazo a Martina