Es alto y corpulento y de apariencia ciertamente rocosa, el aspecto disuasorio imprescindible que uno imagina debe exhibir alguien de su profesión, policía del GEI, (Grupo Especial de Intervención), para más señas los agentes que aparecen a menudo en televisión accediendo subrepticiamente con el arma apercibida, en ordenado tropel, a domicilios susceptibles de acoger delincuentes extremadamente peligrosos. Sin embargo, él es exquisitamente afable en el trato, e incluso posee cierto aire de irremediable candidez que contrasta con la labor que cabe imaginar desempeña a diario. La frecuencia de nuestros encuentros y la recién inaugurada paternidad de ambos (su hijo tiene un mes más que la mía) ha suscitado una complicidad de la que se nutren nuestras conversaciones. A menudo las vicisitudes idénticas que experimentamos en nuestro aprendizaje como padres nos hacen romper a reír. Hoy ha sido inevitable mencionar el caso de Mari Luz, la niña asesinada en Huelva por un pederasta reincidente que ha escapado de la justicia sin más esfuerzo que aguardar a que ésta pusiera de manifiesto su obscena incompetencia.
Él ha sido de una franqueza contundente: tengo un arma en casa, y si un tío le hace eso a mi hijo, lo mato, ha mascullado, encogiendo los hombros, como si se disculpara por expresar una opinión que yo pudiera reprocharle procediendo de un representante de la ley.
Yo guardo silencio y pienso en mi hija, y no me atrevo a confierle, por pudor similar al suyo, cuanto me viene a la cabeza, a saber: que yo no mataría al tipo, lo retendría conmigo durante días, recluido en un lugar inhóspito, a merced de mi ira, y lo dejaría, ni más ni menos, lo suficientemente vivo para que el resto de su vida deseara haber muerto.
6 comentarios:
Si señor muy bonito... Llevo una temporada visitando tu blog con una periocidad de 2 o 3 días con la esperanza de ver una nueva entrada o al menos un cambio de diseño de blog que revele que aún sigues con vida. Sabes que estaba cambiando, no solo en lo que manifestaba escribiendo, además, me esforzaba en creerme lo que decía y me esforzaba en caer bien a ti y a toda tu familia. Hoy se han juntado el hambre con las ganas de comer y mi rehabilitación ha fallado por tu culpa, por tu dejadez por el blog, por tus amistades y por tus opiniones.
¡Que bonito! Como se ríen dos neopadres a la vez que aprender a educar a sus hijos...¿ Es que hay estampa más bella que esta?, ¡Y solo se llevan un mes! Dice uno mientras el otro tonto se ríe.
¡Arcadio reacciona! Que el desorden hormonal le toca a Pilar, a ti estar centrado, cuerdo y despierto para ayudarla. ¿Sabes? Yo soy un degenerado, sí, por eso elegí ser ingeniero y aunque me gusten los barcos no me enrolé en el Rainbow Warrior. Me han dado arcadas mientras leía. Sinceramente, no escribes mal del todo, tus tóxicas opiniones con un claro tinte político, normalmente, no son del todo acertadas pero son al menos entretenidas ¡Pero ésta! Dile a tu amigo el policía que se pegue un tiro en la entrepierna para que no pueda tener más hijos y nos haga un favor a todos. Tu solo dile que escuece un poco pero que luego crece más grande y más fuerte por el impacto, el calor y la aportación de pólvora, seguro que se lo cree. ¡Malditos vividores que no roedores! Que tú seas un sádico, que yo no me lo creo, pase, pero que un policía opine así, eso no lo paso. Y que tu lo expliques en tu blog redactándolo de una manera en que parece más humano y tratándolo de eximir de culpa, eso no lo paso. Sed consecuentes con lo que sois si es que lo sabéis. Y dile al vividor ese,porque seguro que no sabe leer o si sabe no será capaz de leer un post tan largo y desestructurado como este, que dimita. Dile que es una costumbre Europea que esta muy de moda y se quiere importar a España. No me extraña que los perturbados violen y maten niños y no precisamente en este orden, si la policía está llena de vividores que se metieron ahí porque no tenían ninguna otra habilidad con la que ganarse la vida porque habían desaprovechado su juventud holgazaneando, haciendo el gamberro por la calle y emborrachándose por las tardes en los barrios de las ciudades. Sí, ellos se hicieron superpolis porque era donde más dinero podían ganar para lo que sabían hacer, que es nada, porque si no, no existirían cajeras de mercadona sino cajeros de mercadona frustrados que te preguntarían ¿Tiene la tarjeta club carrefour? Con voz ronca por la cazalla, con las uñas negras de andar por la calle y con la intención de timar a todas la abuelitas y aspirantes a policía con el cambio, por su falta de cálculo mental, para sacarse un sobresueldo que no les haría falta si no fuesen drogodependientes a hurtadillas de su familia. Amén.
Esta claro que lo ético es no tomarse la justicia por su mano, igual de claro esta que el sistema judicial ha fallado , y más claro todavía esta que tú no eres padre.
Joder qué entrada. No me jodas, tú no elegiste ser ingeniero por degenerado (tu serías un degenerado te dedicaras a lo que te dedicaras) sino para permitirte estos prolongadísimos tiempos de asueto en el trabajo, en los cuales parece ser que tienes tiempo de escribir semejante entrada sin que ningún ingeniero superior o Vigilante de Ingenieros Haraganes te llame al orden.Pasaré por alto tus apreciaciones respecto a la peternidad porque son resultado de tu desconocimiento empírico, querido friend. Coincidirás conmigo que tú eres un ser hedonista libre de toda preocupación más allá de la inquietud diaria de constatar la velocidad a la que sopla el viento para echar al aire o no esa cometa tuya.
Es urgente tratar, no obstante, un asunto del que vengo observando pareces empeorar día a día, me refiero, obviamente, a tu inquina o menosprecio hacia las cajeras en general y las del Mercadona en particular, como ya tantas otras veces has puesto de manifiesto. Yo me pregunto a qué se debe semejante animadversión, ¿acaso una de ellas te hizo perder la virginidad sobre la confortable pila de un palet de servilletas de papel, en el almacén, durante algún verano en el que te viste obligado a trabajar en el buque insignia de los comercios de alimentación españoles? Tengo para mí que Freud tendría mucho qué hacer contigo, no sólo por el tema Mercadona, sino asimismo por tu diatriba inmisericorde contra el policía (cabe suponer que estamos ante una evidente sinécdoque, confundes una parte con el todo, es decir, tu animadversión no es hacia el policía sino al cuerpo), sospecho debido a que en algún momento de tu vida deseaste petenecer al cuerpo y alguna carencia física o psicológia se interpuso entre tú y tan insigne institución, pues te recuerdo que tú y no otro, si la memoria no me falla, se disfrazó de policía para gastar una broma a un amigo. ¿Era ese el motivo real o tu frustrada carrera como madero?
Yo he estado nueve meses preguntando durante treinta horas semanales: ¿Tiene la tarjeta club Carrefour?...Y la voz ronca no era por la cazalla, sino por lo desagradable que resulta tener que hacer un trabajo tan alienante mientras te pasan por delante maleducados a punta pala. Y lo de las uñas negras...tiene una explicación: las cajas tienen polvo, y ese polvo se vuelve negro cuando entra en contacto con el limpiacristales que usas para limpiar la cinta cuando algun guarro deja bolsas de pescado encima. Ese polvo, después de convertirse en una pasta negra, se te mete en las uñas. Es mucho más simple de lo que parecía eh?
Por cierto, estoy segura de que exiten muchas maneras de conseguir dinero para drogarte a escondidas de tu família...sin tener que ponerte una falda de raso y una camisa azul con un pañuelo, trabajar en Carrefour, y después intentar engañar a los clientes con el cambio.
Joder, qué relajaitos estáis todos...
Manoli
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