Hola a todos desde la Biblioteca Pública de Nueva York, situada nada menos que en la mítica Quinta Avenida. En primer lugar, disculpad la falta de acentos y la ausencia de nuesta querida letra ñ, con el sempiterno bigote a horcajadas sobre su lomo corvo. El motivo: escribo desde un teclado yanki, donde se la excluye y discrimina sin ambajes por más tradición y aprecio que se le dispense en tierras latinas. Como sabéis estos norteamericanos son capaces de lo mejor y de lo peor. Sin duda esta maravillosa ciudad, apabullante y desmesurada hasta dejarlo a uno atónito, se cuenta entre las grandes aportaciones en el terreno de lo positivo. Hoy no voy a poder incluir en esta entrada ninguna fotografia, lo haré manaña si ningún contratiempo lo evita o pospone. Sólo un pequeño avance: estamos alojados en unos apartamentos yo diría que muy correctos tirando a excelente, habida cuenta el precio y el sitio en el que se hallan. Están equipados con todo lo necesario para subsistir, si así lo deseáramos, haciendo acopio de alimentos en cualquier supermercado o tienda de comida para llevar, y su ubicación, además, es inmejorable: justo al lado del Empire State Bulding. Qué os puedo explicar de él que no hayáis visto en infinidad de películas y fotografías, pues, para empezar, que no le rinden justicia. Situado a sus pies, frente a las puertas giratorias (diminutas para pertenecer a un edificio de semejantes dimensiones) uno empequeñece hasta desaparecer. Me temo, no obstante, que esa circunstancia será una máxima en esta ciudad: diluirse sin fin por entre los intersticios que separan un rascacielo de otro. Recién llegados, una vez alojados, hemos caminado por la Sexta Avenida en dirección Central Park con la mirada perpleja puesta en el cielo, donde se pierden la cima de los edificios. Pronto nos hemos cruzado con el primer parque, el Bryant Park, en medio del cual hemos contemplado largo rato cómo se deslizaban los patinadores sobre el hielo en una gran pista que, imaginamos, habrán instalado ex profeso para animar y dar color a las fiestas navideñas. Circulando en dirección opuesta a las agujas del reloj, la habilidad que exhiben los patinadores es desigual. Los hay que apenas si alcanzan a sostenerse en pie con cierta dignidad y avanzan por la pista a trompicones, manteniendo un frágil equilibrio. Otros, los menos (a decir verdad tan sólo una pareja), se deslizan a velocidad vertigionasa por el hielo, realizando toda suerte de intrépidas acrobacias, saltando y girando sobre sí mismos en el aire y aterrizando con los brazos en cruz y las rodillas flexionadas, sin síntomas en la expresión de sus caras de que semejante pirueta les haya supuesto el menor esfuerzo. Ya estamos en Nueva York.
4 comentarios:
amores, que envidia me dais!!!!!! Puedo ver todo lo que teneis delante, oir el bullicio de la ciudad y hasta oler su aire, con el vapor del metro saliendo por esos tubos a rayas tan característicos de la ciudad. Ansío volver a reencontrarme con esa ciudad que es ciudad de todos gracias al cine...y ansío volver a rencontrarme con vosotros dos y que me conteis todo...
besos desde barcelona, con envidia sana...
Manoli
En primer lugar felicitaros porque ahora no os queda otra que estar juntos en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza...me alegro por vosotros. Y en segundo lugar una petición: que os impregneis del espíritu de esa gran ciudad, que todos conocemos un poco sin haberla pisado jamás y que a vuestro regreso nos regaleis un hermoso relato de experiencias y anécdotas que quedarán fijadas para siempre como algo que habeis querido compartir con los que os aguardan ansiosos, en mi caso, sentada frente a una nívea pantalla. Disfrutad!! Os lo mereceis.
Por cierto Arcadio, el "porque" lo he escrito bien? juas juas...
Besos miles,
Berlin
Moltes felicitats als dos!!! me'n alegro que ja sigueu a Nova York disfrutant d'aquesta magnífica ciutat. Aprofiteu-ho al màxim! Que us vagi molt rebé!!!!!! molts records i una abraçada.....
Clara
FELICIDADES, me hace muy feliz de que os lo esteis pasando muy bien, me hubiese gustado aparecer el dia de tu boda, todavía tengo la bolsa de kilo de arroz, y la verdad es que no se muy bien a quien tirarsela, no te extrañe que te este esperando en el Prat, jajaja
Bueno, sé que lo estais pasando muy bien y os deseo lo mejor no solo en nueva york, sino en todos los demas dias. un saludo
P.S adjunto unos cuantos acentos (´´´´´´) pues seguro que me he dejado unos cuantos, jajajaja
hasta pronto ;)
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